Las redes sociales, la nueva adicción a Internet
En redes sociales virtuales como Facebook, Hi5 o Tuenti se puede entrar en contacto con muchas personas a las que no se conoce en la realidad y a las que no se tiene acceso; "este hecho atrae a quienes apenas tienen una red social formada, que tienden a sobreexponerse para ser más conocidos: mandan fotos, chatean y cuelgan fotografías incluso de su intimidad".
El catedrático piensa que las nuevas tecnologías permiten que con un solo clic la persona pueda desinhibirse rápidamente, crear identidades falsas o dar una imagen propia que no corresponde con la realidad lo que genera una tensión emocional que favorece la adicción.
La adicción a internet suele afectar a las personas que psicológicamente o por la edad son más vulnerables. Un grupo al que hay que prestar especial atención son los adolescentes porque reúnen características de riesgo: impulsividad externa, necesidad de relaciones nuevas y autoestima baja. Uno de los indicadores más claros de que se está cayendo en una dependencia es la imposibilidad de controlar el tiempo que se quiere estar conectado y la única terapia frente a esta adicción es evitar los factores de riesgo. "Si son adolescentes, no deben tener ordenador en su habitación; tampoco deben navegar solos. Es muy importante hacer ver al afectado que tiene una adicción lo antes posible. Los padres que no consiguen reconducir la situación deben acudir a su médico de primaria o a un pediatra para que, en los casos más graves, puedan derivar al adolescente a un centro de salud mental donde tenga la posibilidad de ser tratado por psicólogos clínicos o psiquiatras".
Los niños son caldo de cultivo ya que tienen más facilidad para acceder a las tecnologías. María José Mayorgas, psicóloga infantil de la Fundación Gaudium, ofrece datos escalofriantes de un estudio de la Oficina del Defensor del Menor de la Comunidad de Madrid: un 37 por ciento de los menores reconoce sentir necesidad de conectarse con frecuencia (25 por ciento en primaria y 50 por ciento en bachillerato), un 30 por ciento ha facilitado su teléfono en la red, un 15 por ciento se ha reunido con desconocidos, un 7 por ciento no avisó a nadie, y en un 9 por ciento de los casos la persona con la que el menor quedó no era la que esperaba. información sacada de : psiquiatría.com